Los ojos son uno de los rasgos con más expresividad de nuestro rostro y, con el tiempo, también pueden convertirse en uno de los grandes delatadores de la edad.
El envejecimiento de la piel resulta inevitable y la pérdida de colágeno y elastina puede causar arrugas en la piel. Las patas de gallo resultan una de las principales preocupaciones en medicina estética, tanto en hombres como en mujeres. Por este motivo, desde Clínica Medina, te presentamos los mejores tratamientos para acabar con estas molestas arrugas.
[toc]¿Qué son las patas de gallo?
Las patas de gallo son consideradas líneas de expresión. Son arrugas que se forman debido a la pérdida de colágeno y elastina de la piel con el paso del tiempo. La falta de estos componentes provoca que haya un exceso y laxitud de la piel, que junto con las contracciones repetidas de los músculos faciales, hacen que aparezcan estos pliegues en la zona periocular.
Existen dos tipos de patas de gallo:
- Dinámicas: las patas de gallo dinámicas son aquellas que se forman en tu rostro al hacer movimientos faciales repetidos, como sonreír. Su principal característica es que estas arrugas desaparecen al relajar el rostro.
- Permanentes: cuando la pérdida de colágeno es considerable, las arrugas dinámicas pasan a permanecer marcadas con una expresión facial relajada.
Forman parte del proceso natural del envejecimiento de los seres humanos.
¿Por qué se forman las patas de gallo?
Antes o después las patas de gallo aparecen en los rostros de todas las personas. El paso del tiempo y la pérdida de colágeno y elastina es su principal causa, aunque pueden intervenir otros factores que aceleren su aparición:
- Una exposición solar prolongada y sin protección.
- El tabaquismo.
- Una gran expresividad facial.
- Un mal cuidado e hidratación de la piel.
De manera general, puedes desarrollar patas de gallo dinámicas entre los 20 y 30 años. Las patas de gallo permanentes suelen aparecer a partir de los 30 y los 40 años.
Cómo prevenir las patas de gallo
La piel de la zona ocular es de un grosor muy fino, por lo que la aparición de arrugas es muy común y resulta complicado evitarlas de manera natural llegada una cierta edad.
Sin embargo, cuanto mejor sean tus hábitos de cuidado en tu piel, más podrás prolongar su aparición. Te recomendamos seguir los siguientes consejos:
- Hidrata la piel. Hidratar el rostro es fundamental para evitar la aparición de patas de gallo. La edad ideal para empezar a hidratar el rostro de manera regular es la adolescencia, antes de los 20 años. Posterior a esta edad, puedes combinar las cremas hidratantes con productos antienvejecimiento específicas para la zona de los ojos.
- Realiza masajes faciales. Los masajes favorecen la circulación sanguínea y retrasan la aparición de estas líneas de expresión. Se recomienda masajear la zona ocular del rostro diariamente. Para realizar el masaje la expresión facial debe ser relajada, después debes empujar con dos dedos la piel de la zona de los ojos hacia fuera y hacia arriba.
- Evita el tabaquismo. El humo, además de ser perjudicial para la salud de tus pulmones, favorece el envejecimiento prematuro de la piel. Por ese motivo resulta fundamental que, si eres fumador, dejes de serlo cuanto antes.
Tratamientos para las patas de gallo
La medicina estética proporciona técnicas y tratamientos que hacen que deshacerse de estas pequeñas arrugas sea muy sencillo y poco invasivo, consiguiendo unos resultados inmediatos y muy naturales.
Los mejores tratamientos para eliminar las patas de gallo y devolverle a tu rostro su juventud son los siguientes.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es un componente natural de nuestro cuerpo y en la piel actúa como agente hidratante y de soporte para conservar un aspecto joven.
Este tratamiento consiste en la inyección superficial de ácido hialurónico en la zona afectada a tratar. De manera general, se comienza haciendo infiltraciones en las arrugas más marcadas y continuar con aquellas que no sean tan profundas.
El ácido hialurónico tiene una mayor efectividad si se utiliza como sustancia preventiva, por esa razón es común que los especialistas en medicina estética recomienden a sus pacientes comenzar a una edad temprana con esta clase de tratamientos, sobre todo si la gesticulación del paciente es muy marcada.
Las principales ventajas de este tratamiento son las siguientes:
- Fácil de administrar: la zona de los ojos es especialmente sensible, pero el ácido hialurónico puede ser inyectado por un profesional capacitado y experto, sin complicaciones.
- Hidratación potente: una de las propiedades del ácido hialurónico es que estimula la producción de colágeno y mejora la retención de agua. Esto hace que la piel se mantenga hidratada.
- Resultados inmediatos: una vez acabado el tratamiento notarás los cambios de manera visible. Tu rostro tendrá un aspecto rejuvenecido, las marcas de expresión habrán desaparecido y tu piel se verá hidratada y luminosa. Conseguirás unos resultados muy naturales.
- Tratamiento poco invasivo: se realiza en la consulta de medicina estética y es indoloro para el paciente cuando se usan los medios adecuados (buena técnica de inyección combinado con anestesia tópica).
Productos con efecto lifting
Los productos de uso médico con efecto lifting, que aplicados en puntos faciales concretos, corrigen las arrugas de la frente, las patas de gallo o entrecejo
Este tratamiento es uno de los más eficaces para eliminar las patas de gallo. Conseguirás una apariencia más juvenil, desenfadada y con más vitalidad. Los resultados son visibles a las 48 – 72h de realizarse el tratamiento y no suelen aparecer efectos secundarios.
Se realiza llevando a cabo pequeñas infiltraciones de la sustancia en la zona afectada que se quiere tratar. Este tratamiento es fiable y seguro, siempre que sean administrado por un médico profesional especialista en estética y/o oculoplástica.
Se lleva a cabo en la propia consulta de medicina estética y resulta indoloro para el paciente. Es un procedimiento rápido que no requiere de un periodo de preparación ni un periodo de recuperación al tratarse de un tratamiento no invasivo.
Las propiedades son temporales, por lo que los resultados también. De manera general tienen una duración de entre 4 y 6 meses, momento en el que se aconseja volver a la consulta para repetir el tratamiento. Nunca es recomendable repetir el tratamiento pasados menos de 3 meses de la última inyección, ya que tu cuerpo puede generar anticuerpos que anulen el efecto.
En todo caso, el especialista será quién te guie y te aconseje sobre el número de dosis y las pautas de inyección, en función de tus necesidades.
Si deseas más información sobre el tratamiento de las patas de gallo, ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales para analizar tu caso.
En la Clínica Medina en Tenerife contamos con los mejores profesionales de la oftalmología y de la medicina estética, quienes te ofrecerán una atención personalizada y de calidad.