¿Sientes que cada vez te cuesta más ver en entornos oscuros? La ceguera nocturna es una condición que puede complicar tareas cotidianas como conducir por la noche o moverte en espacios con poca iluminación. Aunque su nombre pueda resultar alarmante, no implica quedarse completamente a ciegas, sino tener dificultades para adaptarse a la falta de luz.
A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre esta afección, desde las posibles causas que la originan hasta los tratamientos disponibles.
¿Qué es la ceguera nocturna?
La ceguera nocturna, también conocida como nictalopía, es la dificultad para ver con claridad en condiciones de poca luz o durante la noche. Aunque no es una enfermedad en sí misma, es un síntoma que puede estar relacionado con diferentes problemas oculares.
Las personas que sufren de ceguera nocturna suelen notar que les cuesta adaptarse cuando pasan de un ambiente iluminado a uno oscuro, o que necesitan más luz para realizar tareas que otras personas hacen con normalidad.
Causas de la ceguera nocturna
La ceguera nocturna puede tener diferentes orígenes, ya que está vinculada a varios problemas oculares y condiciones de salud. Identificar la causa exacta es clave para determinar el mejor tratamiento y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Miopía
La miopía es un defecto refractivo que provoca dificultad para enfocar objetos lejanos con claridad. Esto ocurre porque la forma del ojo hace que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de directamente sobre ella.
La ceguera nocturna asociada a la miopía es más común en pacientes con graduaciones altas. En condiciones de poca luz, el ojo necesita un mayor esfuerzo para enfocar, y las limitaciones visuales propias de la miopía se acentúan, lo que puede dificultar la visión nocturna.
Cataratas
Las cataratas son una opacidad en el cristalino del ojo, que normalmente es transparente. Esta condición dificulta el paso de la luz hacia la retina, afectando tanto la visión diurna como la nocturna.
Cuando hay cataratas, la luz puede dispersarse dentro del ojo, creando reflejos y halos alrededor de las fuentes de luz, como farolas o luces de vehículos. Esto dificulta la visión en ambientes oscuros o con iluminación tenue.
Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular que daña el nervio óptico, generalmente como resultado de una presión intraocular elevada. Este daño puede afectar la capacidad del ojo para procesar correctamente la información visual, especialmente en condiciones de poca luz.
En etapas avanzadas, el glaucoma puede provocar una reducción del campo visual y una menor sensibilidad a la luz tenue, dificultando la visión nocturna. Si no se detecta y trata a tiempo, el glaucoma puede causar un deterioro permanente de la visión.
Queratocono
El queratocono es una condición ocular en la que la córnea, normalmente redonda, adquiere una forma cónica y adelgazada. Este cambio en la estructura de la córnea altera la forma en que la luz entra al ojo y se enfoca en la retina, causando visión borrosa y distorsionada.
En situaciones de poca luz, las irregularidades en la córnea asociadas al queratocono dificultan aún más la capacidad de ver con claridad. Esto puede provocar deslumbramientos y halos alrededor de las fuentes de luz, agravando los problemas de visión nocturna en las personas afectadas.
Deficiencia de vitamina A
La vitamina A es esencial para el correcto funcionamiento de la retina, en particular para la producción de rodopsina, un pigmento necesario para la visión en condiciones de poca luz. Una deficiencia de esta vitamina puede dificultar la adaptación del ojo a la oscuridad, causando problemas de visión nocturna.
Las personas con carencias de vitamina A pueden experimentar dificultades para ver con claridad en ambientes oscuros, incluso si su visión diurna parece normal. Esta deficiencia suele estar relacionada con una dieta inadecuada o con problemas de absorción de nutrientes, como los causados por enfermedades intestinales.
Diabetes
La diabetes puede afectar la visión nocturna debido a los daños que provoca en los vasos sanguíneos de la retina, una condición conocida como retinopatía diabética. Estos daños dificultan la capacidad del ojo para captar la luz y procesarla correctamente, especialmente en condiciones de poca iluminación.
Además, las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre pueden causar cambios temporales en la visión, aumentando la dificultad para ver con claridad en la oscuridad. Si no se controla adecuadamente, la diabetes puede llevar a un deterioro permanente de la retina, agravando los problemas de visión nocturna.
Síntomas de la ceguera nocturna
Los principales síntomas que pueden indicar la presencia de ceguera nocturna incluyen:
Estos síntomas pueden variar en intensidad dependiendo de la causa subyacente y suelen ser una señal de que es necesario realizar una evaluación oftalmológica.
¿Existe tratamiento para la ceguera nocturna?
El tratamiento de la ceguera nocturna depende de la causa que la origine. En muchos casos, abordar el problema subyacente puede mejorar significativamente la visión nocturna. Por ejemplo:
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